junio 21, 2003

Con su mirada medio triste observaba su navaja, sin palabras se acercaba a los brazos de su amada, el coraje que le daba y la pena que causaba tener un cuertpo y no tener alma. Se arrodillo frente a la cama y timidamente miro su cara, fria y calculadora fue esa mirada, la mirada de la muerte y la muerte lo miraba, ella abrio los ojos y lo apuñalo por la espalda.