Si tengo uno, y late y vibra y siente; a veces me pone triste hasta llorar, a veces solo es un hueco, pero otras veces es lo que me mantiene en pie, tanto que hasta brinco; luego se vuelve efímero, banal y frío. A veces no lo quiero… ¡o lo quiero regalar!, a veces hasta quiero dos.
Pero me pone triste, siempre, siempre me engaña y me pone triste, como que no lo puedo controlar, se parece a ti y a mi. . . es un cabron, esta loco, ¡pero si tengo uno!, melancólico, optimista, desconsiderado, egoísta, amable, cursi y cariñoso. . . todo un hijo de la chingada.
Si tengo uno, pero siempre esta junto a ti. . . maldito canalla chantajista. . . siempre junto a ti. Y la verdad no lo quiero de vuelta, además, ni ganas tiene de regresar, seria desconsiderado de mi parte. . . pero si me lo das, acepto el tuyo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home