Otra vez la misma chingadera. No me sorprende, ya esperaba algo así, ya estoy preparada, no es nada nuevo, más bien ya es costumbre, así que lo entiendo, o mejor dicho, lo acepto y su partida ya no me causa pena, ni dolor, ni lastima, ni alegría, ni nada. El problema es que esa nada, ese vació que deja y este zombie que me vuelvo sin usted cuando espero que vuelva es lo que me da miedo.
Creo que es peor estar vacía, ser indiferente. Aunque tal vez sea parte de la evolución, un modo de auto defensa, y ahora cuando lo vea tal vez le escupa para protegerme como una acción instintiva y de reflejo. . . aunque le aseguro que si esta en mi, tratare de controlarme, pero seguramente será un acto involuntario porque ya no siento nada mas que hueco y eso no se como controlarlo.
Son sentimientos confusos los que me provoca y lo único que puedo decir es ok y pienso cosas lindas se usted, deseo que este bien y me alegro. . . después no siento nada, pero nada de nada.