Buenos días

Son muchas las cosas que importan cuando la ansiedad le gana a los sueños con luciérnagas bailarinas que son remplazadas por los píxeles fríos cuando a estas horas me levanto de la cama.
Sería más conveniente tener hojas de papel en la comodidad de mi camita, pero eso es demasiado ocio.
Mejor debería salir a la azotea a buscar estrellas, pararme en la orilla y sentir ese vació que se crea en el estomago y recorre el cuerpo hasta llegar a los pies. Después el frío.
Que me brille en los ojos el cielo.
Con ese tono azulito en la piel perder el miedo y la desesperación. Que choquen mis dientes y se produzca esa sensación, sentir la vida. Volver y conciliar el sueño para que las luciérnagas veladoras retomen el vals y no se sientan heridas . . . pero es grande el hastió.
Me gustaría que esta pantalla se vuelva de papel y poder rallarla con pluma roja. Son muchas las cosas que añoro mientras tecleo y deseo una simple hoja de papel. No hay más movimiento.
Igual y ya no importa, son cosas que he hecho mal y otras no tan bien ¿Qué les sigue a los números?
Hay compañías que ya no son necesarias y otras que espero decidan salir algún día de casa a dar un paseo en cerditos voladores.
Pero igual y ya no importa.