Sólo para él: bala suelta y encaminada única y exclusivamente al patán que dices traer por dentro.

Igual que yo hasta ayer no había leído tu comunicado del EZLN, tú nunca lees esto. . . y sabes a mi no me importa, ya no, y menos ahora que aquí terminare pateando al patán que dices ser.
Enserio, enserio, no quería una tragedia griega pero el dolor se me va convirtiendo en coraje y a lo mejor es eso lo que me hace escribir y escribir como demente. . . Hernán me dijo que la ira es más productiva que la tristesa, y pensándolo bien quiero terminar esta historia con sangre.
Tu ultimo capitulo en este blog se escribe con rojo.
Muy probablemente terminaré estrellándome contra el monitor o apuntándome al corazón después de haberte volado los sesos con ese revólver que mencione antes.
Confieso: no soy buena asesina. Tengo mas sentimiento de culpa. . . o ilusión de ti. . . que ganas de una carnicería. Afortunadamente tú estas dispuesto a hacerme notar que no tiene caso seguir ilusionada. Por lo tanto sólo quiero sangre y ese dolorcito sórdido para terminar de escribir este cuentito. Tu sangre, claro. Porque lo que es mi sangre, no sirve más que para esperar al lado del teléfono.
Dicen que soy de sangre ligera y yo quiero algo más culero para el final.
Comenzaba a atravesar todos los semáforos que creía me ponías en verde para luego tejerme un vals con tus manos. Al final yo nada mas estaba bailando entre la gente que va y cruza insurgentes sin fijarse que esta el rojo. ¡Tramposo!
No conforme con asaltarme la vida en un día de brujas dices que yo elegí a un patán. ¡Impostor! Yo no escogí a un patán entonces y no lo escojo ahora.
Podrás quedarte con esas noches mías entre tus sabanas y olvidar que te robaste mis metáforas de kinder con las que intentaba decir: te quiero. Le hiciste igual que la puta que se robó los poemas de Bukowski. Mejor te hubieras llevado el dinero. O mis frascos con lagrimitas estúpidas.
Lleva te todo, no eres un patán, eres un ladrón.
Sólo he de pedirte un favor: devuelveme al chico que eras antes, al que da besos de chocolate, y abraza a sus amigas, porque tú no tienes alas ni entiendes de sentimientos, tú eres el que no sale conmigo en las fotos y tú no tienes ni puta idea de lo que hay que hacer por amor. Regresa al de antes y nunca vuelvas a ser para mi.
Lo verdaderamente lamentable es que mientras yo esperaba una llamada tuya, una sorpresa, un detalle, un kiss de esos de chocolate, tú ni pensabas en mi; mientras yo ansiaba un sábado, un viernes o cualquier jodido día para verte, tú estabas echando la hueva en tu casa; mientras yo estoy aquí escribiendote pendejaditas, tú estas tan despreocupado viendo Los Simpson o Los Caballeros del Zodiaco. Mientras yo quiero volarte la cabeza tú estas como si nada, feliz, feliz.
Así que no, no eres un patán, eres un culero.
Esto sí se me termino en tragedia. . . y disculpen los demás este arranque.
Aunque bueno. . . yo también ya me siento mejor, feliz =)