diciembre 07, 2005

Reivindicaciones del amor.

El ideal se acerca para después largarse. Porque bien me respondió mi ser amado cuando le dije que el amor no existe. Tienes razón, el amor no existe, sólo es atracción, me dijo.
Ósea que Dios nos hace y nosotros nos juntamos. O mejor aún: la hueva nos hace y nos juntan las circunstancias… o bien esa rara idea impuesta por una que otra de nuestras aficiones televisivas (contando todas y cada una de las películas de Disney) idea que siempre, aun sin quererlo, se queda en el inconsciente después de una hojeadita somnolienta a algunas revistas de moda o que sale del caminito trazado por nuestros amigos coluditos –sin saberlo- con nuestros padres, idea que nos lleva, por sobre todo, al anhelo de ser amados.
El detalle aquí es que el amor en estos tiempos se encuentra muy distante al cursi y pendejo enamoramiento de Kat y Pat en “Ten things I hate about you”
Y ni que decir de esa sencillísima y delicada imagen del amor de Paz como dos libertades enlazadas, que se queda sólo para las letras y no existe para está nuestra realidad chilanga la cual esta mas a doc con las tribulaciones de “Amor en custodia” (L-V, 20 hrs, Azteca 13)
No hay libertad: hay estándares; no hay voluntad: hay instinto de conservación.
Porque amar es también quitarle al otro lo que mas tiene de bello.
Nos enamoramos de su libertad o de su verbo, de su forma de ser y hasta de los errores; es más, nos enamoramos hasta de su jeta o sus nalgas. Pero una vez que somos correspondidos, temerosos siempre del final y el abandono: adiós a la libertad. Si bebías, chiquita mejor bajale ¿no? Oye mi amor, por fis, háblame mas seguido. Corazón, no le hables así a nadie. . . no vaya a ser. Y oyeme, que son esas fachas.
El punto, evidentemente es erosionarnos hasta que no nos gustemos más -esté acto es inconsciente- porque entonces así no le gustaras a los demás -esté es hiperconciente- y entonces si, ya qué, por qué no nos casamos o nos vamos a vivir juntos, nos compramos un bonito depa y un pinche schnautzer o un gato.
El ideal se acerca, para dejarnos con el inevitable desastre de la vida plena y feliz de trágica telenovela en la sonrisa.
Todo por eso, con estas letras neon y desde está mi humilde paginita les deseo los más desequilibrados versos de Joaquin Sabina. Les deseo “Los amorosos”Les deseo la soledad a costa de los amores retorcidos. De los cliches.
Y que el amor, combata por si mismo la visión no aprovechada de la felicidad compartida.